Click en "stop" para detener la canción

Desde la mirada de otra mujer. ¡de todas y todos es la lucha!

. sábado, 24 de enero de 2009
  • Agregar a Technorati
  • Agregar a Del.icio.us
  • Agregar a DiggIt!
  • Agregar a Yahoo!
  • Agregar a Google
  • Agregar a Meneame
  • Agregar a Furl
  • Agregar a Reddit
  • Agregar a Magnolia
  • Agregar a Blinklist
  • Agregar a Blogmarks

La libertad de las mujeres no implica la esclavitud de los hombres, de la misma manera de estos no pueden soñar con ser libres si siguen oprimiendo a las mujeres, al mismo tiempo, el feminismo significa la recuperación de la palabra de la mujer, de su propia historia, individual y colectiva, sin tabúes, sin leyes restrictivas, sin miedos paralizadores. “…explotación y opresión se combinan de diversas maneras. La pertenencia de clase de un sujeto delimitará los contornos de su opresión”.

“…aunque puede señalarse que el conjunto de las mujeres padece discriminaciones legales, educacionales, culturales, políticas y económicas, lo cierto es que existen evidentes diferencias de clase entre ellas que moldearán en forma variable no sólo las vivencias subjetivas de la opresión, sino también y, fundamentalmente, las posibilidades objetivas de enfrentamiento y superación parcial o no de estas condiciones sociales de discriminación.

”Esto nos lleva, pues, a delimitar diferencias en la caracterización del género femenino, muchas veces asumido por algunos feminismos como un género cuya “naturaleza” lo ubica en un grado de bondad radicalmente superior al de los varones. Si bien es cierto que toda mujer es oprimida por su condición de género, si bien es cierto también que sobre su cuerpo quienes deciden son el Estado, la Iglesia, el capital y los varones, sea pobre o sea rica, también es cierto que la bondad o maldad de las y los humanos no obedece a su género sino fundamentalmente a su posición de clase, y esto, más que una base ideológica, tiene una base material. Toda clase dominante, para mantener su dominio y sobre todo mantener los niveles de explotación a los que somete a mujeres y hombres, debe y tiene que subyugar y mantener en opresión a las clases a las cuales domina.

Sobre todo en el capitalismo la opresión de la mujer cobra mayor fuerza. Para mantener una fuerza de trabajo productiva, es preciso que alguien se encargue de los asuntos “privados” del hogar; no podría ser productivo un varón si tuviese que encargarse de cuidar a los hijos e hijas y atender las cosas de la casa: comida, lavado de la ropa, limpieza y demás servicios. Claro que la mujer asalariada tiene que asumir esta carga del trabajo doméstico “privada”, una vez que llega de su otro trabajo (el que le pagan).

Así mismo, el cuerpo de la mujer es cada vez más explotado como objeto mercantil y publicitario, condenándola a la sola cualidad de hembra.Dentro de la explotación que supone el capital, pues, es la mujer la más explotada y quizás también la más oprimida, y su liberación no será lograda solamente con la conquista de algunos derechos democráticos, sociales y políticos, importantes sí, claro está, pero que no lograrán superar las condiciones de explotación y subyugación de la mayoría de las mujeres pobres y trabajadoras del mundo.

Es por esto que el “discurso acerca de la conjeturada liberación femenina ya alcanzada, hace referencia exclusivamente a algunas mujeres y a determinados aspectos parciales de sus vidas y derechos, ocultando que la cuestión de la opresión de género está entrelazada indisolublemente también a la cuestión de la explotación de clases. Y velando también que, en última instancia, el supuesto respeto por las diferencias y la igualdad conseguido no es más que retórica en un sistema social que se sigue sosteniendo en una de las más abyectas jerarquizaciones dicotómicas: la que establece que millones de personas son condenadas a vender su fuerza de trabajo para que unos pocos sacien su sed de ganancias cada vez más exorbitantes”.

Así como se han logrado conquistas democráticas para la mujer, como el derecho al voto y a la posibilidad de asumir cargos importantes de Estado, así también siguen perpetuadas formas esclavistas que condenan a la mujer a la obligatoria jornada doméstica, siguen siendo violadas y asesinadas cientos y miles de mujeres por razón de su sexo o su género, o por prácticas de abortos inseguros, y así también las mujeres seguimos ocupando el 70% de los/las pobres del mundo.

Así, la lucha por la emancipación de la mujer tendrá que ir de la mano también de la lucha por la destrucción de las formas de producción del capital y por la consecución del socialismo en igualdad de condiciones (entendido el socialismo como la socialización de los medios de producción y como la toma del poder político por parte de las y los explotados y oprimidos).
Cierto es que el socialismo, de suyo, no garantiza la total emancipación de las mujeres sino viene acompañado de un necesario proceso de revolución cultural y permanente, pero más cierto es que no es posible emancipación de la mujer dentro de los marcos de una sociedad basada en la explotación.

Es cierto que los tiempos han cambiado y el trabajo más pesado ya se ha realizado gracias a la lucha de grandes mujeres como Emma Goldman, Teresa Claramunt o la filosofa Simone de Beauvoir. Estuvieron ellas en esos tiempos donde la mujer no tenía voz, ni derecho a opinar, era mirada como inferior, se desconfiaba de su capacidad intelectual, se le explotaba en el trabajo y sólo en sueños tenían derecho a la anticoncepción. Pero, a pesar de que ahora tenemos muchas más ventajas, no debemos cerrar los ojos y quedarnos conformes y agradecidas, si al final, eso era algo que correspondía y era justo.

Las mujeres no sólo luchan
también se divierten
y a nuestra manera nos hacemos fuertes…

Atte. Yllari

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Concuerdo en parte con lo que la compañera refiere, sin embargo se que también su discurso concuerda con lo que ya una vez dijo ANDREA D ATRI en su libro PAN Y ROSAS. Que si bien tiene propuestas buenas y reivindicaciones que mezclan el carácter de clase y genero por las que luchamos, es importante hacer crítica de las cosas que ella misma pretende, no se puede creer compañera en un socialismo autoritario, como se dio en Rusia. Y menos en un estado donde se siga manteniendo el paternalismo y masculinísmo, lo que debemos hacer es creer en otra nueva forma de estado que nos permita hacer y sobretodo vivir. Andrea D atri es una de las grandes impulsadoras del nuevo pensamiento feminista que mezcla la doctrina de Marxs con demandas de genero. Es importante leerla, sin embargo habría que analizar bien sus escritos para poder tomarla como el discurso del feminismo del siglo XXI.
Lo que sugiero compañera es que seamos capaces de crear desde nuestras propias perspectivas la vanguardia feminista, que se nutra de diversos pensamientos y que a partir de nuestras visiones se cree esta vanguardia que integre los diversos feminismos. Con un solo fin, la emancipación de la mujer con su consecuente liberación, como bien lo mencionare ya Emma Goldman libres de las tiranías externas y las tiranías internas.

Las mujeres no sólo luchan
también se divierten
Las mujeres no solo se divierten también se equivocan
y a nuestra manera nos hacemos fuertes…

ATTE.

QHISPISISA