“Una revolución no es digna de llamarse como tal si todo el poder y todos los medios, de que se dispone no son capaz de ayudar a la mujer doble-triplemente esclavizada, como fue en el pasado a salir a flote y avanzar por el camino del progreso social e individual.”
LEÓN TROSTKY

Los políticos e historiadores (hombres) han ignorado a las mujeres revolucionarias o las han pintado como amazonas y fieras. Las revolucionarias en la Comuna adquirieron importancia no sólo como luchadoras de las causas sociales, sino como feministas, pertenecientes a la clase obrera o a los sectores radicales de los sectores medios, identificadas con las luchas por la conquista de una República social con igualdad de derechos. Entre las mujeres de este período, la más conocida fue la activista socialista Louise Michel, fundadora de la Unión de Mujeres para la Defensa de París de apoyo a los Heridos y miembro de la I Internacional.
Por otra parte, el procesorevolucionario protagonizado por las masas trabajadoras rusas comenzó en Febrero de 1917 con una movilización de obreras textiles que reclaman “Pan y Paz”, para luego exigir “Abajo la Autocracia” pero así como las mujeres fueron protagonistas de la revolución, este tuvo un protagonismo indiscutible para la vida de las mujeres: medidas legislativas de igualdad política y social (derecho al voto, al divorcio y a cargos políticos).
En España el anarquismo no sólo concibe la transformación de las relaciones de producción y del sistema económico sino también la transformación ideológica y cultural, las propuestas anarquistas son pues la Reforma Sexual, van por un control de la natalidad como resistencia al Estado ya que utilizaban a esta sobre la población como un medio para generar mano de obra barata, carne de cañón; el exceso de la población favorecía al Estado, en conclusión surgiría el abaratamiento de la mano de obra es por ello que la limitación de nacimientos es la resistencia anticapitalista y antimilitarista. La Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) se constituyó en 1910 como una central sindical anarquista española; a pesar de las teorías que propugnaban de igualdad entre hombre y mujeres, la práctica era distinta, es por eso que las anarquistas ven la necesidad de organizarse dando origen a Mujeres Libres como una organización anarcofeminista que propone una doble lucha: contra el Estado y sistema capitalista y la lucha específica contra el sistema patriarcal. En la revista “mujeres libres” de 1936 se dirigen a la mujer de la clase obrera, la emancipación de la mujer requiere una solución colectiva a través de la labor de educación y concienciación; también Mujeres Libres se muestran preocupadas por la educación de las madres acerca del cuidado de los/las niños/as.

PAMELA Y GIOVANNA
“Nosotras, que somos antifascistas por revolucionarias precisamente, que somos antifascistas no por simple negación del fascismo, sino por una afirmación de nuestras propias convicciones ideológicas, no podemos separar la revolución de la guerra.”
MUJERES LIBRES
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