Click en "stop" para detener la canción

Donde estes camarada Benedetti

. domingo, 17 de mayo de 2009
0 comentarios

Te dejo con tu vida

tu trabajo

tu gente

con tus puestas de sol

y tus amaneceres.

“Chau número tres” – Mario Benedetti

Hasta siempre Mario, Martin o como la poesía quiso que te llames. Compañero de los pocos, compañero Benedetti. Te estamos echando de menos y sentimos que algo le falta a este mundo-mercancía a este mundo-señorita emprendedora. Tu lo dijiste compañero, con esas agallas de poeta enamorado de la vida: “la cosa es sencilla” para forjar un Currículo, esta vez interpretaste tu propio exilio. Donde estarás compañero ¿Acaso tomando un café con Marx o Bakunin?, ¿Quizá con Cortazar o Vallejo?...¿Con dios, compañero?. No tú estás con nosotros, en tus libros, sobre todo con las ediciones piratas, con tus poesías amantes, con tu protesta hecha noticia. 88 compañero, te nos vas, tan rápido!. ¿Te fuiste acaso por el neoliberalismo?, no compañero tu lo sabías combatir a pluma o ¿tal vez cansado por ese socialismo domesticado?. Que será de Avellaneda, de Troilo. Que será de nosotros Benedetti. El poeta ha muerto, el lado oscuro del corazón ha sido develado. ¿Te habrás muerto en alemán, en francés, en ruso?. Ni el exilio pudo matarte a golpe de fusil de esa dictadura y te nos vas de pronto un domingo, sin táctica ni estrategia que pueda socorrerte, te nos fuiste solito.

Donde estés camarada Mario, y si es que estas a ver si lees esto y escribes un comentario a este mismo blog. Mándale saludos al Che Guevara y a Buenaventura Durruti. Diles que seguimos su ejemplo. Que preferimos morir de pie antes que de rodillas y que al capitalismo se le destruye y no se le discute. Por ahí y si puedes dale una patada en el culo a dios y dile que no lo necesitamos en las escuelas, ni en los barrios, ni en el trabajo, que estamos hartos de él y que vamos a olvidarlo. No a ti compañero tú estás como todas y todos nuestros caídos, algunos muertos por el imperio o de hambre, que es lo mismo, algunos en batalla directa contra el enemigo en Madrid o Ayacucho da lo mismo; estas en la poesía que eternizaste con ese “hagamos un trato”, con tus cuentos profundos, con todo Mario, con todo.

Hasta siempre Martin Benedetti, Mario Santomé o como el mundo quiso que te llames.

Leer más...

Moncada y algo mas

. miércoles, 13 de mayo de 2009
0 comentarios

“Mas vale dos que uno,

pues mayor provecho obtienen de su trabajo.

Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta.

Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir.

Y además, la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente”. 

Ec 4:9-12

 

No somos ingenuos, pero como Nietzsche creemos que somos lo suficientemente fuertes para quebrar en dos la historia de la humanidad. No hablamos de un antes y un después, ni tampoco coqueteamos con una suerte de apuesta al estilo Pascal. Solo, y simplemente, estamos convencidos que nosotros podemos contar mejor la historia ya que, de antemano, conocemos el final.

Sabemos también que el vampiro mayor, ya nos lo decía Marx, se regenerara alimentándose de todo; sabemos qué querrá alimentarse de nosotros, y sabemos también que nuestra organización será nuestra mejor defensa. Por eso decidimos revelarnos ante la postmodernidad y su sospechoso caos.

Queremos asaltar a la utopía para dibujarla nuevamente. Queremos que la utopía tenga el color de la tierra, queremos que tenga memoria, pero sobre todo queremos que tenga futuro. Bajo estas ideas surgimos hace dos años, y bajo estas ideas hasta hoy resistimos.

Queremos resistir en medio del caos, y para eso necesitamos organizarnos aun más. Pero nuestra organización, al unísono del fortalecimiento, tiene que actuar, ya que las acciones servirán de antitoxinas, que no sólo destruirá poco a poco al enemigo, sino que también –al igual que en la revolución cultural China– nos depurará de toda inmundicia.

Nuestra identidad tendrá que construirse en constante debate entendiendo que el dogmatismo no es la mejor forma, al menos en estos tiempos, de fortalecernos organizativamente. Tenemos que debatir a todo nivel, y mediante esto consolidar nuestra identidad y nuestra meta para, posteriormente, planificar los pasos de construcción para el gran paso definitivo.

Tenemos que tener claro lo que asumimos hace dos años cuando quisimos soñar despiertos. Y es que fue una mañana de mayo cuando, por dos horas, nuestra utopía cobro vida. Han pasado muchas cosas desde aquella nublada mañana, pero con Neruda decimos: “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”.

Leer más...